Marcando tendencia
Desde la época del Renacimiento, estos pequeños bocados ya se encontraban entre los acompañantes favoritos para el café de la tarde y el té. Tan así, que son mencionados en libros de literatura como Madame Proust de Evelyne E. Bloch-Dano Hoy en día. Es común encontrar en bodas y cumpleaños, mesas bellamente decoradas con bandejas de petit four, que roban las miradas de los invitados.
En fechas emblemáticas como San Valentín o Navidad, se ha convertido en costumbre de buen gusto, obsequiar cajitas con petit fours, también otras celebraciones como bautizos, aniversarios, etc. Y se ha instaurado dentro de esta moda que vengan decorados dependiendo de la temática.
Esto se adopta siguiendo la costumbre europea de que es buena educación, al visitar una casa, llevar al anfitrión un detalle con estos pequeños pasteles.
En América Latina, se ha instaurado la hora del café y la merienda como nueva modalidad, a eso se le adjuntó degustar petit fours junto a esta bebida, también con el té. Es más común en países como Argentina y Chile, donde los petit fours son conocidos como "masitas".
Con el fin que sea, los petit fours son una buena manera de agasajar invitados o para complacer al paladar con algo dulce.
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