Un desayuno con los más pequeños
Uno de los mejores métodos que hay para que los pequeños de la casa coman sin dejar nada en el plato es, además de hacerles atractivo o que comerán, que lo preparen ellos mismos. Además, puede ser una buena actividad para hacer todos juntos en familia y divertirse de un modo muy saludable y gastronómico.Lo deseable es dedicar el fin de semana para hacer este desayuno, así las prisas y la rutina diaria se cambiarán por esta jovial novedad.
Puedes empezar con unas panquecas, una rica opción para el desayuno que les encantará. Los pequeños pueden hacer la masa, pues es muy sencilla. Deja que sean ellos los que midan, mezclen… Supervisa pero sin meter la mano, porque se trata de que ellos aprendan. A la hora de hacerlas en la sartén, según su edad, puedes pedirles que sean ellos quienes las hagan o que agarren el envase donde está la masa ayudados por ti, para que tengan la sensación de que las hacen ellos pero con la precaución pertinente para que no se quemen. Una opción muy divertida es elegir moldes o sartenes con formas para las panquecas… ¡Les encantará!
Para que sea un desayuno sano y lleno de vitaminas, no hay que olvidar el jugo o mejor, una merengada. Con cambur y fresas les encantará. Muéstrales como limpiar y pelar la fruta y que ellos mismos corten ambos. Queda pendiente de ellos en esta actividad para que no se corten.También pueden hacer huevos revueltos. Si te atreves, da el siguiente paso y añade verduras. Mientras los niños las procesan, puedes contarles de los beneficios de los vegetales de un modo divertido, así, además, les enseñarás.Otra opción muy sencilla son las tostadas. Que ellos corten el pan y lo pongan en la tostadora. También pueden untar ellos mismos la mantequilla, el queso crema, mermelada o lo que gusten.
Hazlos partícipes de todo el proceso, también de poner y recoger la mesa, así como limpiar los platos. Desde pequeños es importante que participen en la cocina, no solo para que colaboren en casa, sino para que aprendan a apreciarla.