Seguro en muchas oportunidades te has levantado con el mejor ánimo del mundo para
cocinar como los dioses. Te diriges a la cocina y como por arte de magia vez un
hilo negrito por la orilla de la cocina, cuando agudizas la mirada te das cuenta que ese hilillo se mueve y son nada más y nada menos que ¡
Hormigas! Y las tienes en la alacena, por los bordes de la puerta, en las ventanas, en los vegetales y hasta en los cubiertos. Una pesadilla al mejor estilo de Hollywood. Pero descuida, estás a punto de olvidarte de este tormento, pues te traemos una serie de
remedios caseros anti-hormigas. ¡Manos a la obra!
Por ahí dicen que “si no hay comida, no hay hormigas” y esto no siempre es cierto. Para reducir las posibilidades de que te visiten estas guerreras, guarda toda la comida en envases y contenedores bien cerrados y seca bien todos los espacios cerca de la cocina y el fregador después de lavar los platos. A las hormigas les atrae la humedad.
Las hormigas poseen un fuerte sentido del olfato y hay ciertos olores que las ahuyentan para más nunca regresar.
El limón, con su aroma cítrico y penetrante sirve para alejarlas, puedes utilizarlo de diversas formas: Colocar varias rodajas de limón por los rincones de la cocina y cerca de las ventanas; también puedes rociar con un spray o exprimir el jugo de limón puro por los lugares en donde has visto a estas invasoras.
Los clavos de olor y el bicarbonato también son efectivos, deja un puñado dentro de la alacena, por el fregador, por los estantes y alrededor de los materos que tengas cerca de la cocina.
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