Preparación
Ponga el pollo en una olla y añada la cebolla cortada por la mitad, la zanahoria, el apio, el laurel, la piel del limón y la pimienta. Agregue agua hasta cubrir las patas del pollo y llévelo a ebullición.
Baje el fuego, tape la olla y déjelo cocer durante 1 hora o hasta que el pollo esté tierno y al clavar una broqueta en la parte más gruesa de la carne, los jugos salgan transparentes.
Retire el pollo de la olla y déjelo enfriar.
Lleve el caldo a ebullición y déjelo cocer hasta que se reduzca a 600 ml. Cuélelo y resérvelo. Cuando el pollo esté lo suficientemente frío como para poder manipularlo, quítele la piel y deshuéselo. Corte la carne en trozos más o menos pequeños.
Para preparar el relleno, funda 55 g de la mantequilla en una olla a fuego medio. Sofría la cebolla picada, removiendo a menudo, durante 5 minutos o hasta que esté tierna. Incorpore la harina y rehóguela a fuego lento, removiendo durante 1 0 2 minutos.
Retire de la olla e incorpore gradualmente el caldo reservado y la leche. Devuélvalo al fuego y llévelo todo a ebullición, sin dejar de remover.
Luego baje el fuego y déjelo cocer 1 0 2 minutos, hasta que espese y adquiera textura suave.
Retírelo del fuego, incorpore el pollo y condiméntelo al gusto. Déjelo enfriar. Mientras tanto, precaliente el horno a 190ºC.
Cuando se haya enfriado la mezcla de pollo, incorpore el queso y los huevos Mézclelo todo bien.
Funda la mantequilla restante en una olla y use un poco para engrasar una fuente de asar honda de 30x20 cm.
Corte las láminas de pasta filo por la mitad transversalmente. Tome una lámina y cubra las demás con un paño húmedo. Disponga la lámina en la base de la fuente y úntela con un poco de la mantequilla fundida. Repita la operación con la mitad de las láminas de pasta filo, untándolas todas con mantequilla, para forrar la fuente.