El
cuchillo de cerámica está elaborado con una hoja que en vez de acero, se compone de un tipo especial de
cerámica, a menudo elaborado a base de
dióxido de zirconio o zirconia. Este tipo de cuchillo se mantiene por
más tiempo afilado, por lo que normalmente se dice que no hay que afilarlos (muy rara vez pierden el filo).
Su dureza es superior a la del acero, 8,5 y 6 respectivamente en la escala de Mohs de dureza mineral. Otra ventaja es que no les afectan los materiales corrosivos y el agua, como sí afectan al metal (aunque el acero inoxidable es muy resistente). Son muy recomendables para cortar carnes, vegetales y frutos.
Por otro lado, no sirven para cortar alimentos congelados o piezas a temperaturas extremas, ya que el choque térmico le afectaría y en algunos casos conduciría a un quiebre. Además, hay que ser cuuidadosos de no dejarlos caer al piso, pues si la altura es suficiente, pueden partirse.
En conclusión, un cuchillo de cerámica es una útil adición a tu cocina, y para algunas tareas resulta muy eficiente, pero debe cuidarse de las temperaturas extremas y las caidas.